Aletea
la primera
mañana
del otoño,
en
el aire de hielo de su campo.
En
el azul estéril,
sol
de ángeles tempranos,
y
en el viento, la ausencia
de
trigales y de árboles.
Todo
limpio en el vuelo
trazado
de los patos;
madurez
de maizales
llanos,
lirios y lagos,
en
el aire que hiere
de
frío nuevo, de ángeles y campo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario