Pero
si tuviera que renacer
y
comenzar de nuevo,
me
encantaría por siempre jamás.
Si
algún día voy a volver a la vida,
mi
casa no tendrá llaves,
siempre
abierta,
como
el mar, el sol, el aire.
Que
entren la noche y el día,
la
lluvia azul, la tarde,
el
pan rojo del amanecer, la luna:
mi
dulce amante.
Esa
amistad no mantiene
el
paso en el umbral,
ni
las golondrinas en vuelo,
ni
aman los labios.
Ninguno.
Mi
casa,
mi
corazón, nunca se cerró.
Deja
que pájaros,
amigos,
amor y el aire pasen.
Hola me ha gustado mucho el poema. Saludos.
ResponderEliminarHola Cecy. Me alegra que te haya gustado el poema. Saludos.
ResponderEliminar