Cierra
tus ojos y
podrás
oír, del que posee
el
aliento, todo lo que no
cabe
ni en palabras ni
en
definiciones.
Cierra
tus labios y podrás
oír,
del sol, lo que
no
vienen ni en libros
ni
en discursos.
Cierra
tus labios y
hablará
el espíritu por ti.
No hay comentarios:
Publicar un comentario