La
novela comienza con los últimos días de Carlos II, tras su muerte el reinado de
España queda vacante, ya que no tuvo descendientes. Así comienza una larga
lucha en Europa por conseguir reinar estas tierras. Es Felipe V, nieto del
entonces rey de Francia quien logra suceder a Carlos II en España siendo solo
un adolescente y es también entonces cuando se casa con María Luisa Garbiela de
Saboya. Sin embargo, dada la juventud e inexperiencia de los reyes, es la
Camarera mayor de la reina, la princesa de Ursinos, quien mueve los hilos en
Palacio desde el principio.
Nos muestra el devenir de la Corte española y francesa. Nos introduce en
medio de las rencillas y odio que los partidarios de distintos bandos sienten
mutuamente, entrevé las pasiones y odio de los propios reyes y ese afán de
conseguir la riqueza, y sobre todo el poder, que surgen continuamente entre sus
distintos ministros y colaboradores. Todos ellos merodean al rey, como buitres
a la caza de la presa, fortaleciendo o hundiendo el trono, al cual, sustentan
según la conveniencia e intereses de cada uno.
Un
libro escrito de forma exquisita como caracteriza a Ángeles Caso. Su historia
no se queda simplemente en lo superfluo de las comidillas ni en el “corre ve y
dile” sino que profundiza mucho más. Sus páginas se leen de forma ágil y
amena; disfrutado de su lectura que, sin dejar de
ser una novela, no deja de ser fiel a los hechos históricos.
Ángeles
Caso la rescata con la templanza y la dulzura que transmite siempre su mirada y
que impregna también el resto de sus obras, como si la tinta fuera de
terciopelo y las andanzas de sus personajes se pudieran acariciar, incluso en
los momentos más crudos. Siendo una novela sólida,
evocadora y llena de curiosidades.
La
autora tiene una facilidad asombrosa para que el lector se introduzca en la
mente de los personajes protagonistas, realizando una radiografía de su
carácter y psicología que permite que entendamos con claridad sus decisiones y
movimientos.
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