A
estas alturas nadie puede sorprenderse de encontrar una opinión positiva del
libro que hoy reseño. Aunque particularmente sea poco dado a este tipo de
género literario.
Una
novela tan oscura como adictiva al estilo español Se trata de la primera parte
de la trilogía del Baztán titulada “El
guardián invisible”, de Dolores Redondo.
El
título nos remite a la leyenda del basajaun, ese ser protector de los pastores
y de los rebaños que, a pesar de que no se deja ver, dicen que algunos hasta lo
han visto y se han sentido bajo su protección.
El
comienzo es impactante y, sin duda, es lo mejor de la novela. Dolores Redondo
consigue meternos de lleno en el caso con un buen planteamiento: un asesino en
serie que sigue siempre el mismo ritual; el hecho de que las víctimas sean tan
jóvenes, casi niñas, y que hace que los crímenes nos parezcan más horribles
aún; y consigue trasladarnos a los bosques navarros y envolvernos con una
atmósfera fría, lluviosa, húmeda y oscura produciéndonos una sensación de
desasosiego a medida que avanza la historia. La interesante mitología vasca
latente en casi cada una de sus páginas, el desarrollo de la historia
manteniendo la intriga y suspense hasta el final, así como las debilidades de
la protagonista enfrentándose a los fantasmas del pasado, los secretos
familiares, las mentiras ocultas y los desengaños convierten la novela en un
thriller adictivo.
En
cuanto a los personajes están bastante bien perfilados. Comenzando por la
protagonista, esa inspectora de homicidios Amaia Salazar, me gusta cómo la
autora ha retratado a esta protagonista: mujer policía pero con una vida propia
más o menos feliz al margen de su profesión, casada y con unas raíces
familiares importantes. Nos ha sacado del cliché de policía masculino de vida
gris, dedicado por completo al trabajo con una vida familiar frustrante que
tanto abunda en otras novelas negras.
Los
demás personajes, tampoco están mal definidos. Tanto los compañeros de trabajo
de la inspectora como su familia son muy creíbles todos en sus rasgos. Han sido
retratados de forma muy acertada tanto en sus virtudes como en sus miserias.
Me
ha gustado esta novela, ya que la autora paralelamente a la trama principal de
descubrir al asesino, va buceando en la historia de la protagonista donde
humaniza el argumento de la novela que además de tener acción, tiene
sentimientos. Por eso el tiempo en la novela no es lineal, sino que salta del
presente al pasado cuando quiere hablar de la niñez de la protagonista. El
narrador es un narrador omnisciente en tercera persona.
El
estilo es muy ágil y sencillo. Resulta una novela muy entretenida, con mucho
diálogo. Además la prosa es rica y sensorial en todos los sentidos. Por
otro lado ya hemos comentado que la autora combina perfectamente la realidad
con algunos aspectos mitológicos muy importantes para los personajes, para esa
sociedad que retrata. Y lo hace de una forma muy sutil, encajándolos
perfectamente, apenas chirrían cuando saltamos de lo real a lo irreal. Todo
ello nos devuelve una prosa rica y sugerente.
Una
novela que, sin embargo, se merece todo eso y más porque nos trae unas horas de
puro entretenimiento y porque no creo que decepcione a ningún aficionado a la
novela negra. Pero que, al mismo tiempo, creo puede gustar también a los no
aficionados al género, por el análisis que hace de los personajes que la acerca
a la narrativa pura y dura e, incluso, a las sagas familiares, con esos
secretos celosamente guardados. Muy recomendable, sin duda.
Aquí puedes leer el primer capítulo.
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