sábado, 8 de octubre de 2016

SEPTIEMBRE.



 

Septiembre va deshaciendo los días
como la llama a la cerilla.
Va tejiendo las noches con hilos
negros de melancolía.

Septiembre irrumpe como un seísmo
Llega después del bullicio,
de la vida con sonido a niños
jugando en la plazuela,
de la vida con olor a hierbabuena
y a campos de oro peinados
por el hierro de rulos tragantes.

Cuando llega septiembre me sacudo
el yodo y la sal de los talones.
Vuelvo a poner en hora el reloj.
Archivo las conversaciones de madrugada
para cuando el hielo congele tus labios.

Embotello rayos de sol, me los bebo
a sorbos pequeños los días grises
y los descorcho contigo en el ascensor
o en la escalera,
Me aguanto las ganas de hablarle a la Luna
con la brisa por testigo.

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