La
biblioteca a solas. Luna, duendes
en
el umbral, y un canto que se anuncia
posible
en el dorado de las hojas.
Toma
el asombro de morir y el cielo
por
la música hallada se hace noche
que
ilumina la rosa en la tiniebla.
Voces
de lo más hondo, pasos y alas
en
el umbral, y un habla oscura y bella
de
hilo desvelado que retorna
por
el telar al bosque, nos envuelve.
¿Qué
se hizo la casa, dónde estamos?
Duendes
y luna a solas en el muro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario