Dime,
¿y los besos que no nos dimos...
dónde
quedaron?
¿Se
fueron acaso al mismo lugar
donde
sepultamos los recuerdos?
¿O
los guardan nuestras confidentes almohadas
como
lo hicieron un día
cuando
secaron lágrimas?
¿Cruzaron
el sacro cielo
propulsados
por un suspiro del alma?
¿Se
hundieron en un barco de papel
por
dos adultos jugando a ser niños?
¿O
siguen en mi escritorio esperando un nuevo verso
que
te diga, amor, vuelve?
Que
tontos somos;
amándonos
como nos amamos,
decidimos
matar el amor
para
luego llorar su recuerdo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario