El
título original, sin embargo, no nos remite a ningún corazón, al menos
directamente: “Fendre l’armure” vendría a significar algo así como despojarse
de una armadura, romperla y desvelar sentimientos.
“A corazón
abierto”
es un cofre que guarda siete pequeñas maravillas. Siete historias únicas, muy
diferentes entre sí, que consiguen emocionar con su sencillez y su
cotidianidad.
SINOPSIS: Podría decir que es una
recopilación de siete novelas cortas, pero no las veo así. Para mí, no son
historias pobladas de personajes, son gente. Auténtica gente. Perdón, gente
auténtica. Hablan para intentar ver claro, se desnudan, confían, viven a
corazón abierto. No todos lo logran, pero observarlo me enternece. Es
pretencioso hablar de mis propios personajes anunciando que os van a conmover,
pero para mí no son personajes, son gente, gente real, gente nueva; gente
auténtica.
Profunda
y directa, tierna y reconfortante, llena de ironía y, sobre todo, de
benevolencia, A corazón abierto es una oda a aquellos que reconocen su
debilidad, afrontan su vulnerabilidad y se despojan de toda armadura para
revelarse tal como son.
Gavalda
conseguirá evocar vuestro lado más empático con esta recopilación de relatos
cortos “A corazón abierto” es pura
sensibilidad a través de siete historias en las que los personajes se desnudad
ante el lector para hablarnos de su culpa, de sus remordimientos, de sus
sueños, de su felicidad y de su desdicha, de lo que cada día les hace
levantarse de la cama y de lo que cada día les paraliza Unos sentimientos que
la mayoría de las veces puede que nos cueste desvelar a los que nos rodean. Por
un lado, por temor a que no nos entiendan y por otro lado, a que nos acaben
juzgando.
Quien
teme llamar corazón al lugar desde donde parten sus sentimientos y llama tripas
lo que está subyugado a la visceralidad. Nada raro, en una sociedad
contemporánea que se esfuerza por deshumanizar, al máximo, las relaciones
humanas: no en vano, los relatos de la escritora francesa muestran constantes
referencias a ese presente de whatsapps, redes sociales, aplicaciones de
encuentros para buscar pareja o sexo, trabajos precarios y un capitalismo
ensordecedor.
Historias
que en definitiva nos hablan de la vida y nos hacen reflexionar sobre ella y
sobre sus contradicciones, que son las nuestras, porque si algo tiene los
personajes de Anna Gavalda es que el lector los siente vivos, tan cercanos y
creíbles que rápidamente nos ponemos en su piel, consiguiendo que nos
identifiquemos con ellos, aunque sus circunstancias sean muy distintas a la
nuestras.
Aunque
un buen número de lectores españoles conocéis a Anna Gavalda y su peculiar
manera de narrar, os encontraréis que “A
corazón abierto” es un libro que contiene algo maravilloso que todos los
relatos comparten finales inesperados. Algunos como una bofetada, otros como un
jarro de agua fría. Otros como un tierno abrazo, o como la palabra mágica que
hace que salten las lágrimas. Anna Gavalda os abre su corazón para ver en él el
reflejo del vuestro
Como
nos tiene acostumbrado, siempre con ese tono durísimo con disfraz de levedad. Y
todo ello contado con la prosa fresca y ágil a la que la autora, con su
habitual lenguaje sencillo y cercano con el que consigue disfrazar la dureza que
se esconde en el fondo de sus historias, esas historias que a mí siempre
consigue conmover.
Y
es que aquí no solo os encontraréis con un buen número de personajes que os
narraran sus historias, sino también un
sinfín de confesiones íntimas, de declaraciones a bocajarro en las que vuelcan
sus sentimientos hacia nosotros, los lectores en busca de consuelo a
simplemente compresión.
“A corazón
abierto” es
un conjunto de siete relatos protagonizados por personajes “rotos”, es decir
con complicados problemas sentimentales. Una inigualable antología llena de
personajes tan trágicos como divertidos, sinceros y casi siempre amables. Un
libro de relaciones curiosas, de encuentros, de desencuentros, soledades y,
sobre todo, mucho amor.
Todos
y cada uno de los personajes de estas historias podrían ser una misma persona.
En diferentes momentos de su vida y espacios, pero en definitiva son el reflejo
de aquello que uno lleva dentro.
La
escritora francesa realiza una tarea a medio camino entre la psicología y la
medicina forense; su labor como escritora consiste en realidad la vivisección
de los tan diversos personajes que pueblan sus relatos. En este ejercicio, la
autora les otorga una voz fuerte que expresa desde la primera persona los
lamentos y quejas respecto a su situación
Gran
ejercicio el abrirse, horadar la armadura para exponerse y decir la palabra
“corazón”, que tanto cuesta. Y conforman como siete espléndidos representante
de este atribulado Siglo XXI.
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