-Constantinos P. Cavafis-
Consumaron
su placer ilícito.
se
levantaron del camastro,
y
a toda prisa se vistieron, sin hablar.
Volvieron
por separado, furtivamente, a su casa;
y
cierta inquietud llevaban en la calle,
cual
si notasen que algo en ellos delataba
en
qué suerte de lecho, hace poco, habían caído.
Cuánto
ganó, sin embargo, la vida del artista.
Mañana,
pasado mañana, o con los años se escribirían
los poderosos versos que
allí tuvieron su comienzo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario