Tal
vez a las alas de un ángel, para cuando sea el momento desempolvarlos y con los
remiendos devolvértelos.
Tal vez a un viejo baúl, ese que guarda lo que
nunca será tuyo, lo que siempre se te negó.
Tal vez al fondo de una botella, y cruzando el
océano otros los puedan hacer realidad.
Tal vez en el vuelo de una golondrina, que al
regresar del otro lado del mundo en una nueva primavera también traiga una
nueva ilusión.
Tal vez en una función, donde el actor
interprete la historia de tu vida, con un final parecido al que siempre
quisiste.
Tal vez en una canción esté el consuelo, para
entender que aunque roto se puede seguir vivo.
Tal vez en la cara de un niño, desde esa
pequeña altura todo se ve más grande, y aunque fugaz todo puede ser posible.
Tal vez en el próximo tren, dicen que no pasa
dos veces, o quizás sí, pero… ¿Cómo saber para intentar llegar puntual?
Yo no sé a dónde irán mis sueños rotos...
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