domingo, 29 de mayo de 2016

VOLAR MUY LEJOS, PERMANECER MUY CERCA.



 

No necesito un hijo que me quiera,
ni que sea feliz, ni hermoso,
ni que triunfe y me sonría,
ni un hijo que me cuide,
me proteja, me tutele.
Necesito, simplemente,
un hijo que me sobreviva
y al que poder amar hasta el final.
Si me faltara,
¿qué haría yo con tanto amor
como me crece para él
cada mañana?

No hay comentarios:

Publicar un comentario