En
un respiro
hemos
crecido.
El
reloj
marca
los años
de
nuestras expectativas.
El
reloj de arena
llora
por sus granos que han
volado
a los bordes del viento.
Es
allí donde se detiene la nostalgia,
el
recuerdo de aquellos días robados
a
la época de los colores insolentes
marcados
por
la
tinta de la juventud
y
todas aquellas hogueras quemadas
en
nombre de la Vida.
Te
espero
en
la Primavera
de
mi Verano.
Donde
Ferragosto tarda
en
llegar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario