Un ovillo en lugar de corazón.
Un ovillo que sólo quien lo amase
podría deshilar.
Hilos de luz,
hilos de voz remota,
que atan cuerpos y sedes,
heridas heredadas,
en lento laberinto umbilical.
Un ovillo en lugar del corazón,
Narciso se ha perdido en su sediento
laberinto de hilo.
Y se dice en silencio:
¡Ojalá yo no fuera el Minotauro!
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