Ahora el otoño tiembla
en las raíces del rosal,
y a lo lejos las escaleras
se apilan junto a los frutos.
Ahora el otoño trepa
por el enrejado,
y la rosa recuerda
el polvo del que nació.
Más radiante que el capullo
recién abierto en el rosal
está ahora el anaranjado
fruto, amargo y duro;
la belleza no sucumbe;
todo le rinde tributo;
pero la rosa recuerda
el polvo del que nació.
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