Quienes
estén interesados en la lectura de “El
taller de los libros prohibidos” disfrutaran de una novela instructiva,
sobre todo por los episodios que ofrecen la escritora madrileña en torno al
trabajo que realizaban las imprentas y las librerías en el S. XVI.
SINOPSIS: Novela histórica y de
intriga, El taller de libros prohibidos
nos transporta a la época en la que imprimir, vender y leer libros podía
llegar ser una actividad sumamente peligrosa.
Alcalá
de Henares, 1572. La joven librera Inés Ramírez acaba de quedar viuda y ha de ponerse al frente del
negocio familiar. Pronto descubre que su
esposo poseía la clave de acceso al único ejemplar de un libro prohibido, cuya desaparición había sido
ordenada por el poder político y la Iglesia siglos atrás.
Con
la colaboración de Pierre Arbús, un oficial de imprenta francés, inicia la investigación. Tendrá que tratar
con personajes de todo tipo: maestros impresores, eruditos, delincuentes,
nobles de alta cuna. Y todo bajo la
sombra omnipresente de la Inquisición, que vela por controlar el pensamiento y la palabra, y la estricta
censura de Felipe II.
Olalla
García os adentra en un mundo apasionante de libros prohibidos con su nueva
novela “El taller de los libros
prohibidos”. Estaréis en Alcalá de Henares, reinando el rey más católico
que haya podido tener España, Felipe II. Corre el año 1572 de nuestro señor y
el mal se expande por medio de la literatura.
El
contexto os lleva a una época en que leer era peligroso y, mostrando una
excelente documentación, la autora enseña cómo se encuadernaban los libros, las
clases de encuadernaciones, el trabajo de imprenta, los libros más vendidos,
los más buscados. Lo más interesante, las luchas internas del gremio como
sector económico.
La
joven librera Inés Ramírez acaba de quedar viuda y se pone al frente del
negocio familiar en contra de lo que supone que sería normal en aquella época.
De manera casual, encuentra un cofre en cuyo interior halla una carta que
escondía su esposo y que habla de un libro prohibido. Con la ayuda de Pierre
Arbús, un misterioso oficial, comienza la búsqueda de ese manuscrito, que sin
descanso para ambos protagonistas no saben bien qué es, y entre todo el elenco
de personajes irán dando pistas al lector.
La
ambientación de la novela es otro de los puntos positivos de esta historia,
respiraréis el aire de las librerías y el miedo, el miedo a lo prohibido
también lo sentiréis mientras avanzáis entre sus páginas.
Interesante
resulta el retrato que hace de la España del S. XVI, de las costumbres, de los
escollos por los que pasaba la población e incluso de la gastronomía de la
época, así como de la forma en la que estaba estructurada la sociedad y del papel
que desempeñan las mujeres en ella. Una época de censura bajo la sombra
alargada de la Inquisición.
Magistral
además, la puesta en escena de los movimientos de los hilos de poder, el
control férreo de la corona y la iglesia para evitar la difusión de contenidos
e ideas que pusieran en peligro la hegemonía política y eclesiástica.
Magistral, también, los episodios de las “redadas” de la época.
Para
quien escribe esta reseña de “El taller
de libros prohibidos”, en la novela no solo hay un homenaje a la imprenta y
también a las mujeres que se alejan de la obligación de los cánones
establecidos en aquella sociedad, no solo a la cultura, a los libros y a
quienes durante siglos los imprimían de forma artesanal.
“El taller de libros prohibidos” es una
novela histórica transformada en historia de suspense, donde la autora sabe
mantener la intriga y la tensión utilizando giros argumentales inesperados, así
como también introduciros en la historia manejando con maestría la
documentación histórica aportada.
Olalla
García utiliza el lenguaje de la época, es una argucia más de meter al lector
en la trama. Por el contrario, utiliza un estilo sencillo, en el que hay mucho
dialogo, en el que el humor tiene un papel importante que ayuda al lector a
diluir aquellos personajes que se le podrían hacer más pesados.
Así,
os encontraréis con una novela muy visual, en la que tanto la historia como la
intrahistoria, la ambientación y los personajes, caminan de la mano y a la
misma altura, pues en ambos aspectos la autora ha sabido conectar para que os
sintáis testigos de un momento y un lugar.
En
general, estaréis ante una buena historia, gracias a la cual descubriréis cómo
sería Alcalá de Henares a finales del XVI y el ambiente que se vivía en España,
en eterna lucha entre el poder religioso y el avance de la cultura favorecida
por la imprenta, dando posibilidad a que muchos fueran los que accedieran a
títulos que las autoridades eclesiásticas consideran como herejía o prohibidos.
Y el tremendo poder de la traición, del odio, de la venganza y del temor
continúo a despertar la ira Dios. La religión, tan omnipresente durante siglos
en los reinos españoles como el de Castilla. Todo este ambiente de lucha y
difusión de la cultura queda perfectamente reflejando en este libro, que sirve
al lector para reflexionar sobre el papel de la mujer, de la mano de protagonistas
femeninas potentes, a la que la autora ha dotado de fuerza y determinación para
sobresalir en un mundo de hombres.
Mención
aparte merece el final que para mí cierra todos los flecos que ha ido abriendo
a lo largo de sus páginas, una pieza fundamental en el puzle de esta novela
histórica en la que la autora da una lección
de historia y literatura.
Lectura
más que recomendable, obligada para el amante de la novela histórica y del noble
y bello arte de la imprenta.
En
“El taller de libros prohibidos” el
lector se encuentra con una galería de personajes que representan a los
diferentes estamentos sociales de la época, todos ellos perfilados con mucha
fuerza, por los que realmente parecen de carne y hueso. Con el paso de los
capítulos os familiarizaréis con los intereses que mueven a unos y otros.
Olalla
García rodea a los dos protagonistas de un ramillete de personajes históricos y
ficticios muy atractivos, estos últimos creados por la imaginación de la
autora, aunque como dice en el dramatis personae, están caracterizados según la
mentalidad y los modos del S. XVI. Para construir una historia bien tramada,
bien ambientada y con un elenco de personajes y secundarios bien definidos,
personajes complejos con más sombras que luces tan acertados y adaptados a la
época, todos tienen parcelas que esconder.
Del
mismo modo que la autora toma a su personaje como eje central para explicar el
funcionamiento de los talleres de impresión, utiliza a Inés Ramírez como
prototipo de mujer fuerte, que debe luchar ante las dificultades que supone ser
joven y “desamparada” viuda en la España del S. XVI. Si hablamos del papel de
la mujer en esos oscuros tiempos que tan bien ha sabido reflejar la autora.
Con
estos dos personajes, Inés Ramírez y Pierre Arbús como principales, y numerosos
secundarios como Ana, la madre de Inés y María; Juan Garcian, impresor y cuñado
de Inés, el padre Eusebio Vázquez; el poderoso Enrique Formil; el joven
Albertillo, aprendiz en el taller de Antonio Lozano y posteriormente de Inés;
al maestro Gabriel. La autora presenta una novela de intriga digna de leerse.
Una
gran novela histórica que destaca, sobre todo, por sus personajes femeninos,
fuertes y valientes, en una época bastante difícil para la mujer; y por el amor
que desprende, página a página, por los libros.
“La palabra hablada
mira a la inmediatez; la escrita; a la inmortalidad. Quien vive de ella, vive
para siempre”.
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