Ilustración Autor desconocido.
¿El más allá?... ¿La otra vida?...
Una hoja helada voló
Golpeando al bajar, mi carne,
Y desde su nada habló:
Vanidad, pena de todo,
Perdición, frío…
Golpeando al bajar, mi carne,
Y desde su nada habló:
Vanidad, pena de todo,
Perdición, frío…
¿Qué Dios,
cuál Dios cruel, deshojador,
con el peso de una espada
y el sigilo de una hoz
me la envió, mientras temblaba
mi cuerpo en viejo pavor,
cuál Dios cruel, deshojador,
con el peso de una espada
y el sigilo de una hoz
me la envió, mientras temblaba
mi cuerpo en viejo pavor,
en lo oscuro de la senda,
sin una gruta de amor?
sin una gruta de amor?
Poesía del libro: Las
formas desnudas,
1930
Esto es lo más bello que dijo el hombre de Quíos:"Cual la generación de las hojas, así la de los hombres"Pocos mortales, en efecto, acogen en su oído este versoy lo depositan en su pecho. Pues queda en cada uno la esperanzaQue en el corazón de los jóvenes arraiga.Mientras conserva un mortal la flor muy deseable de la juventud,tiene un ánimo ligero y piensa muchos desatinos.Porque no recela que ha de envejecer y morirni, al estar sano, tiene preocupación por la fatiga.Necios quienes tienen tal estado de mente y desconocencuán corto es el tiempo de la juventud y el vivirde los hombres. Pero tú apréndelo, y hasta el fin de tu vidaatrévete a gozar de los bienes que el vivir te depare.Semónides de Amorgos (aprox. 630 a. C.)
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