miércoles, 16 de abril de 2014

LEGADO EN LOS HUESOS. Dolores Redondo.




Cómo otros muchos lectores, desde que acabé de leer el guardián invisible, estaba deseando saber cuándo saldría la segunda parte de la trilogía del Baztán, seguro que no suena a nada nuevo.
Poco más hay que decir de Dolores Redondo que no hubiese dicho ya la otra reseña de su primer libro el guardián invisible, si no es que el éxito de sus novelas ha ido creciendo. Las expectativas han sido cubiertas con solvencia. De nuevo Redondo satisface y convence, entretiene y desasosiega aderezando su nueva novela con mayor madurez narrativa, aunque también con sorpresa y originalidad.
Es difícil encontrar a otro autor que irrumpa en el thriller criminal con esta fuerza y originalidad.


SINOPSIS: El juicio contra el padrastro de la joven Johana Márquez está a punto de comenzar. A él asiste una embarazada Amaia Salazar, la inspectora de la Policía Foral que un año atrás había resuelto los crímenes del llamado basajaun, que sembraron de terror el valle del Baztán. Amaia también había reunido las pruebas inculpatorias contra Jasón Medina, que imitando el modus operandi del basajaun había asesinado, violado y mutilado a Johana, la adolescente hija de su mujer. De pronto, el juez anuncia que el juicio debe cancelarse: el acusado acaba de suicidarse en los baños del juzgado. Ante la expectación y el enfado que la noticia provoca entre los asistentes, Amaia es reclamada por la policía: el acusado ha dejado una nota suicida dirigida a la inspectora, una nota que contiene un escueto e inquietante mensaje: «Tarttalo». Esa sola palabra que remite al personaje fabuloso del imaginario popular vasco destapará una trama terrorífica que envuelve a la inspectora hasta un trepidante final.
La investigación dará lugar a una trama muy oscura en que diversos elementos se van combinando creando intriga y complicando una investigación especialmente delicada y siniestra en la que Amaia tendrá que enlazar diversos elementos como la profanación de una iglesia, cuerpos mutilados, huesos de neonatos, violencia machista, suicidios.


Dolores Redondo regresa con la segunda entrega de la trilogía y lo hace pisando fuerte, demostrando que lo suyo no es algo fugaz, si no, que ha llegado para quedarse por mucho tiempo.
De nuevo la autora nos va a sumergir con gran maestría en el ambiente del Valle del Baztán, que por sus características naturales, el misterio y la magia de las leyendas que en él habitan, se convierte en un escenario sumamente apropiado para una novela como la que ha escrito Dolores Redondo.
Pero el ambiente no es el único punto fuerte de esta novela, pues como ya sucedió en la primera parte de esta trilogía, sumamos una historia original y tejida con mucha maestría dos ramas argumentales: la vida privada de Amaia,  y el caso que está investigando, que estarán ligados a lo largo de la novela.
  
Los personajes evolucionan, si en la primera tan solo, se nos regalaba pinceladas más o menos profundas de la psicología de estos; en esta segunda parte, ganan en profundidad y con una presentación psicológicamente más compleja, tanto en los principales como en los secundarios.

Partir con unas expectativas tan altas siempre es peligroso, especialmente por aquello de qué: “segundas partes nunca fueron buenas”. No es el caso, está, supera a su predecesora con una trama original, terriblemente adictiva, una historia que desde la primera palabra ya nos tiene pendientes, en vilo. Te absorbe.
El argumento de la novela va dando diferentes giros inesperados en los momentos en los que parece que el desenlace está claro. Lo apasionante de estos giros es que van complicando el argumento de tal manera que parece que la autora se había metido en un callejón sin salida, que no podría dar una solución airosa a las complicaciones que iba creando según avanzaba la narración. Esto crea un ambiente opresivo y una tensión que nos impide dejar la lectura. Conservando intacta la frescura de la anterior novela con una puesta en escena, un ritmo que a medida que la autora nos va dando datos, y va sumando misterios y casualidades a la trama va  haciéndola más adictiva lo que nos hace que sea más difícil parar de leer.

Como podréis comprobar he disfrutado con su lectura y no me cabe duda de que Legado en los huesos continuará sumando lectores a esta escritora que hasta hace pocos meses era una desconocida para el gran público.



 

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