Un
poema a Miguel
debería
incluir
una
previsión meteorológica.
Para
aguantar el barro,
torrentera,
lluvia
que
limpiará
la
escápula y las tibias
por
debajo, en la raíz,
del
surco en barbecho.
Un
poema a Miguel
debería
apretarse
entre
los hierros
de
un aparato
para
enderezar los dientes.
Contener
la dentellada
y
la grieta de la luz
en
que se abren
el
pubis de la mujer
y
la herida del mundo.
Luna
y aprendizaje de los ingenieros de caminos.
Hachazo,
por
donde se palpa la tierra
para
arrancar minerales.
Sangre
que se hizo costra.
Fusiles,
soldados, comida de pobre.
Las
partes blandas del cuerpo.
La
hoz de óxido rojo
y
el martillo, cabeza azul del metal y del mercurio,
herramientas
de carne,
como
manos,
en
gesto de amistad.
La
celda de Miguel
es
fondo submarino
musgoso,
amarillento
y
anegado de agua.
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