La
escritora mexicana Laura Esquivel, autora del clásico contemporáneo Como agua para chocolate, haciendo gala
de un lenguaje lleno de oralidad y leyenda, de humor negro y de espiritualidad,
recrea la historia de una mujer excepcional, un personaje opuesto a la
concepción arquetípica de heroína que se grabará a fuego en la memoria de los
lectores. Una superviviente en una sociedad marcada por siglos de injusticia en
la que impera el poder, las apariencias, el dinero. Donde parece no haber
salida.
SINOPSIS:
A través de estas páginas, la autora de Como agua para chocolate recrea la
historia de una antiheroína fuera de serie que permanecerá en la memoria de los
lectores. Lupita es una policía poco agraciada físicamente, con problemas de
alcoholismo, que ha padecido la violencia y sobrevive en un medio donde reinan
las apariencias, el dinero y el poder, una sociedad marcada por siglos de
injusticia, desamparo e impotencia, en la que no parece haber salidas
verdaderas. En su búsqueda del amor, Lupita llega al lugar equivocado en el
momento equivocado y termina involucrada en el asesinato de un delegado
político. Su historia da un giro radical, pues su propia vida está en riesgo y
debe desentrañar el misterioso crimen, al que rodean oscuros intereses
políticos, redes de corrupción y venta de drogas. Con su característico
lenguaje accesible y atrapante, un refrescante humor negro y una profunda
mirada espiritual, Laura Esquivel traza una fascinante parábola moral de este
mundo en crisis, que ha perdido el rumbo, donde casi todos somos un poco Lupita
y buscamos algo que nos salve del desamor.
Una
historia se nos la va contando a cuentagotas y sin darse cuenta la protagonista
de la novela va revelando al asesino y junto con ello va mostrando la realidad
mexicana; conformada por la desintegración familiar, la drogadicción y la falta
de oportunidades; pero también, la lucha por sobrevivir, la búsqueda de la
felicidad y la liberación de los problemas que aquejan a cada quien.
Con
respecto a, A Lupita le gustaba planchar, con una escritura atrayente, fresca y
explosiva; Laura Esquivel crea una obra literaria que todos deberíamos leer.
Llena de duras verdades desde el primer capítulo, te das cuenta, que es una
historia fuerte que te habla con sinceridad y enlaza con soltura los defectos,
las oportunidades, las traiciones y las necesidades de cambio de vida.
Por
otra parte, la novela está sustentada en la ironía cuyo mérito reside en
encajar, a pincel fino, un México muy cerca a nuestro tiempo; donde la mentira,
la violencia, el dolor y la incomprensión se juntan con la esperanza, la bondad
y las ganas de vivir.
De
donde resulta que, Lupita es una protagonista como pocas: diferente, ruda, compleja,
algo tonta pero muy capaz y valiente. Un personaje que te demuestra lo que es
pasar por las adicciones y cómo se sufre con ellas; pero también, con voluntad
y abriendo los ojos a la realidad, puedes encauzar tu camino. Además, dueña de
un vigor construido a base de ausencias y engaños, un entorno aparentemente
amable y protector, que para lo único que le sirve es para abocarse a una
inseguridad e insatisfacción.
Laura
Esquivel logra una novela que deja marca en el lector, la influencia de
emociones que contiene cada una de las páginas te hace no soltarlo. Es vivir la
realidad de un testimonio a través de
una historia en cualquier país. Es un reflejo de una sección de la población
que quizás vive esto a diario. Te atrapa y te sorprende.
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