-Ibn
Hafs al-Yaziri-
Cuántas
veces he ido en hora temprana a los jardines:
las
ramas me recordaban la actitud de los amantes.
¡Qué
hermosas se mostraban cuando el viento las
entrelazaba
como cuellos!
Las
rosas son mejillas; las margaritas, bocas sonrientes,
mientras
que los junquillos reemplazan a los ojos.
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