Narciso
tenía hambre. Miró
las
aguas para ver si hay peces
y se
encontró con él.
Este
accidente de la historia
cuesta
mundos a los pobres mortales.
Tiene
hambre de sí mismos, pero en verdad
nunca
se miran a sí mismos, son mirados y de ahí
viene
la costumbre de
devorarnos
bajo
un
sí mismo sostenido mayor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario