Mientras
el nogal se partía
me
hubiera gustado tenerte a mi lado.
Mientras
las ramas caían unas sobre otras
y
se amontonaban en la tierra,
mientras
la lluvia caía con insistencia
y
empapaba el pelo de mi abuelo
y
los huesos de mi madre,
mientras
mi hermana lloraba dentro de la casa
y
todo crujía y hacía frío.
Mientras
tú no estabas ahí
y
las cosas pasaban rápidamente,
yo
pensaba lentamente en toda la gente
que,
a la sombra del árbol,
se
había quedado alguna vez dormida.
Mientras
no me quedaba de otra,
yo
pensaba con tristeza en toda la gente
que,
como yo,
había
encontrado un hueco entre las hojas,
un
resquicio azul,
y
te había mirado.
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