Al
final, el viento pasa por la hierba.
Es
tarde, y se ha perdido mucho.
La
mayoría se ha ido a casa, el verano se ha acabado,
las
puertas están cerradas y algo queda sin terminar.
Llena
de piedras tu mano. Llena tu mano de grava.
Pesan
igual que tantos otros días,
y
esta es la conclusión:
coinciden
el azar y el propósito
pero
solo al final.
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