Si los cuentos no se cuentan,
pronto se van olvidando;
palabras sobre la arena
que la marea ha borrado.
El olvido es como un virus
que al disco duro devora
y toda la información
en un instante se borra.
Si los cuentos no se cuentan
dejan de existir las hadas,
los dragones, los vampiros,
los duendes y los piratas.
Y no hay pasajes secretos
ni cuevas maravillosas
ni castillos encantados
ni una isla misteriosa.
Si los cuentos no se cuentan,
se destierra la poesía
del país de nuestra infancia:
País de la Fantasia.
Por favor, cuéntame un cuento
y vuélvemelo a contar,
no vaya a ser que se pierda
a la orilla del mar.
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