martes, 21 de junio de 2022

LA MUERTE EN SUS MANOS. Ottessa Moshfegh.

"La muerte en sus manos” la última novela de Ottessa Moshfegh, en la que la imaginación y la soledad de su protagonista dan forma a una obra adictiva, misteriosa y sorprendente.
 
SINOPSIS: Mientras pasea a su perro por el bosque, Vesta Gul se topa con una nota manuscrita. «Se llamaba Magda. Nadie sabrá nunca quién la mató. No fui yo. Este es su cadáver.» Pero junto a la nota no hay ningún cadáver. Vesta Gul, que acaba de mudarse tras la muerte de su marido y no conoce a nadie en su nuevo hogar, no sabe muy bien qué hacer con esta información. Comienza a obsesionarse con la figura de Magda y a elucubrar con las diversas maneras en que pudieron asesinarla, si es que efectivamente ocurrió tal cosa. Su aislamiento la conduce a una serie de ideas que comienzan a encontrar un reflejo en la vida real. De un modo emocionante y terrorífico, las piezas parecen encajar: a encajar entre sí y con las zonas más oscuras de su propio pasado. Solo hay dos opciones para resolver este misterio: una explicación banal e inocente o una causa profundamente siniestra.
 
 
 
Esta novela consigue eludir cualquier etiqueta. A caballo entre la novela negra y la metaficción, Moshfegh vuelve a conectar muchas ideas en pocas páginas.
“Se llama Magda. Nadie sabrá nunca quién la mató. No fui yo. Este es su cadáver”, con esta siniestra nota arranca “La muerte en sus manos”. Os adentraréis en un viaje oscuro y divertido. ¿Cómo murió Magda? ¿Dónde se encuentra? La imaginación de la protagonista no tendrá límites recreando un posible crimen sin cuerpo.
A partir de ese momento Vesta Gul se plantea investigar qué pudo pasarle a la tal Magda.
Todas sus conclusiones se construirán mediante sus pensamientos desordenados y una mente inquieta. Comenzará a conjeturar lo que pudo haberle ocurrido. Ella irá ideando sus propios personajes sospechosos, incluso les fabricará un pasado de fondo, para Vesta son tan reales que los identifica en algunas personas que se encuentra ocasionalmente. Al igual que un investigador, creará un escenario y posibles motivos. De un modo emocionante y terrorífico, las piezas parecen encajar entre sí y con las zonas más oscuras de su propio pasado. A medida que desarrolla su investigación, se acumulan extraños detalles que no parecen tener sentido, y hay que enfrentarse a la posibilidad de que haya una explicación inocente para todo ello o una mucho más siniestra.
La investigación va tomando forma a la vez que iréis descubriendo cuestiones de su vida personal, no vivió un buen matrimonio, todavía cree escuchar la voz de su difunto marido diciéndole lo que tiene o no que hacer.
Es a través del supuesto asesinato de Magna cuando Vesta decide no sólo salir de su aislamiento sino que encuentra un motivo para revisar lo que había sido su vida hasta entonces. El mero hecho de proyectar partes de sí misma en la resolución de un caso que desde un principio carece de base ayuda a esta mujer a entender otro tipo de crimen cometido contra su persona. Irá reflexionando sobre su asfixiante matrimonio y de algún modo descubrirá los mecanismos de control que su esposo ejercía sobre ella. Hay algo de locura senil y de fase de una inmadurez impuesta.
Combinación maestra de novela de suspense y comedia negra. “La muerte en sus manos” hace pensar en nuestra necesidad de contarnos historias y de mentirnos tratando de encontrar una verdad a la vida y a la muerte.
 
El argumento es una mezcla de novela negra y humor macabro donde Ottessa Moshfegh os lleva a unos nuevos límites en el género del misterio, a través de los vericuetos fascinantes de esta novela que expande las posibilidades narrativas del género policial. El desarrollo de la trama es sorprendente, sigue métodos pocos ortodoxos y da varios giros que reorientan toda la historia, pero todo adquiere sentido y se coloca en su lugar en el inesperado e impactante desenlace. Pero también funciona como un perfecto tapiz emocional al mostrar la angustiosa soledad y el dolor perenne que provoca el aislamiento de la sociedad moderna.
Una historia que ayuda a comprender la soledad no deseada, la locura que conlleva. Profundiza en la vida, la muerte y los daños vividos en la relación de pareja, en la rabia, el rencor y arrepentimientos. En una vida no deseada, resignada y aceptada.
Entre estos polos se mueve este texto brillante y bien armado, con una estructura bien diseñada, plagado de ambigüedades y sugerencias, lleno de creatividad, extraño y divertido. Un lenguaje eficaz y envolvente. Su escritura es fuerte y experta, rigurosamente intimista, cuya narración siempre va impulsada por su personaje.
La historia destaca por ese ambiente de irrealidad, por los brillantes diálogos mantenidos entre personajes que solo están en el pensamiento de la protagonista O no. Porque ahí reside el juego de la novela.
La tercera novela de la escritora estadounidense encumbra su peculiar estilo narrativo entre lo suculento y lo desalmado, siempre rupturista y provocador. El equilibrio y la genialidad de su pluma se cifran en su talento para recrear atmósferas poco saludables a la par que deliciosas, que conducen sin remedio hacia las retorcidas ideas de sus personajes.
 
Un festival de conceptos y un desarrollo de personajes único convierten este nuevo libro en una muy buena opción para conocer la narrativa de una autora que nunca deja de sorprender.
Consigue crear un personaje singular que vehicula todo el relato. Una protagonista con alguna virtud y muchos defectos que obliga al lector a implicarse con ella sin que le dé tiempo de mirar cuáles son sus otras opciones. Sin daros cuenta os irá atrapando la protagonista, os introduciréis en su cabeza, en sus cavilaciones oscuras e irónicas que a veces nos producirán angustia y os hará cuestionar cuánto es ella de fiable, incluso si esa nota que encontró es real.
Uno quiere estar con Vesta porque entiende en qué punto se encuentra. Ella podría  ir revelándose a sí misma partir de su forma de pensar, su narrativa, sus observaciones, su investigación y su pasado. A medida que empieza a descubrir la verdad de quién es actualmente y como se sentía en su vida pasada.
Así, a medida que la señora Gul descubre su propio misterio, el lector va descubriendo también a Vesta en un ejercicio que la propia Moshfegh siguió cuando se planteó la escritura de su novela Vesta es la realización de una forma de estar en el mundo. Ella representa la ruptura de todo aquello que decide tomar el control en nuestro nombre y ejercer su poder sin pedir permiso, socavando la propia voluntad.
 
Tal vez se trate del viejo dilema: escribir una novela para exponer una trama o usar una trama únicamente como excusa para escribir una novela. Escoja la opción preferida y manténganse fiel a su elección.
Por todo ello os diría estamos ante una novela y un autor muy interesante, de los que te hacen pensar.
 
 

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