viernes, 25 de septiembre de 2015

EL CUENTO DEL MUCHACHO QUE BUSQUE.





 

Hacia el este por un antiguo muelle de Londres
Más allá de un laberinto de callejones
en la arena, unos muchachos de los barrios juegan desnudos
Los veo en un día infernal de verano
Saliendo y corriendo entre las caballerizas,
Sus carnes relucientes todas viscosas por las sudoraciones.

Un muchacho bronceado de más o menos quince años
Al quién no le aparto la mirada.  Lo veo irse
Me seduce con la flexibilidad de su miembro
Detrás de un contrafuerte donde yo le sigo.
"Ven, amigo",  me susurra, "por debajo de este arco”
"Estamos en privado aquí”, y estoy tan tieso como el almidón
"revelando cosas que nunca he contado a nadie."
"Después de nuestra diversión, te dejaré ir por completo..."

Qué fácil sudaron las caderas contenidas al dolor.
Lo que se erguía, ahora caído, saciado con la humedad de su rocío.

Rendido y además cegado por su guapura
Ningún chico mejor formado de cuerpo vi en mi vida,
Lo que me dijo, te voy a decir si tu lo deseas,
su relato de  pasión de hecho en alta mar ...

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