Esta
noche
me
cubro
con
la sola apetencia
de tu cuerpo.
De
los pies a la cabeza
me
voy llenando con murmullos de hoja seca
sobre
todo
cuando
hago recuento de tus manos ausentes.
Desde
la memoria
me
recorren
de
punta a punta
de
pecho a pubis.
Se
entretienen en todos los resquicios
me
dibujan los muslos
llegan
al
punto exacto del que regresan los caminos.
En
la añoranza de tus manos
me
desvelo.
Me
cubre
la
apetencia de tu boca
la
sal de sus rincones
el
camino de tu lengua en mi garganta.
No
duermo en la ausencia
de
tu boca
.
Tus
brazos no están
Y
es el aire
el
que responde a la apetencia de los míos.
En
el desvelo de tu ausencia
me
refugio.
Sí.
Esta
noche
al
igual que tantas otras
me
cubro con la sola apetencia
de
tu cuerpo.
Hola José!
ResponderEliminarPrecioso escrito que es un placer de leer, gracias
Hola Aure!!! Me alegro que te haya gustado.
EliminarUn abrazo.
Precioso fragmento, me encantó leerlo
ResponderEliminarun beso!
Otro beso para ti, Naya!!!
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