A
los pies de un devoto franciscano
se
postró un penitente.-Diga, hermano:
¿qué
oficio tiene?-Padre, sombrerero.
-¿y
qué estado?-Soltero.
-¿Y
cuál es su pecado dominante?
-Visitar
una moza. -¿Con frecuencia?
-Padre
mío, bastante.
-¿Cada
mes?-Mucho más.- ¿Cada semana?
-Aun
todavía más-. ¡Ya! ¿Cotidiana?
-Hago
dos mil propósitos sinceros,
pero
Explíquese, hermano, claramente:
¿dos
veces cada día? -Justamente.
-¿Pues
cuándo diablos hace los sombreros?
Jajajajaja
ResponderEliminarMuy buen fragmento ^^
Me encantó leerlo
un abrazo!
Hola Naya_gm.
EliminarJEJEJEJEJE. La verdad es que a veces la ironía juega malas pasadas.
Un abrazo!!