Ilustración autor desconocido.
Las
ovejas
aman
aman
a sabiendas
que
su oficio está en extinción
a
pesar de esa dócil mirada
a
pesar de su lana tibia
nacida
en la urdimbre de soles.
Yo
admiro ese insólito rebaño
procurando
amar como ellas aman.
Aunque
ésta mi cornamenta
también
es la sombra
del
macho cabrío
que
la luz de la lámpara
dibuja
en las paredes
una
crónica de abruptos acantilados
en
la niebla.
¿Acaso
no es verdadero
este
deseo de amarte
curar
tus heridas
despojarte
de la soledad?.
Heme
aquí en la pupila de la noche
empujado
por el deseo a resistir
la
mano y su báculo
en
este redil
con
mis hermanas borregas
que
observan con amargura a los pequeños
que
intentan amar a sus madres
que
se acicalan lejanas
ensimismadas
en
el laborioso horizonte
de
la metrópoli.
Beber
de tu leche
beber
balaban los cabritos.
Cuáles
son las señales de peligro
necio
mamífero
en
alabanza
y
tributo a la lujuria
ariete
enrojecido
como
un sol en su pulso avasallador.
O
tan sólo soy una bestia
empeñada
en lamer tu cuerpo
y
cobijar en mi guarida
en
el ubérrimo peñasco de mis designios
tu
pan tu leche.
Tú
que vas por los collados ilusionada transfigurada en feroz estrella
sobre
el monte.
Y
yo aquí en este corral me desangro
por
acariciar tu lomo.
Ay
si tú me dijeras bestia
ven
a mí.
Buenos días
ResponderEliminarLlego desde la iniciativa Seamos Seguidores, espero verte por mi blog Nomáscuentosdeprincesas
Saludos
Buenos días
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Saludos