Mis
manos acarician
el
torso de la sombra.
Desnudo
por mis dedos
se
ha deslizado y tiembla
un
palpitar lejano
de
luces y de nieblas...
Yo
siento por mi cuerpo
esa
nostalgia honda
del
silencio enterrado
debajo
de las piedras.
Un
sollozar oscuro
se
pierde en la penumbra
de
la tristeza fría
que
el alma entera sueña...
El
cielo brota muerto
encima
de la tierra.
Es precioso... Desolador, pero precioso.
ResponderEliminarHola Aran y MJ, tienes toda la razón, es amargo y triste.
EliminarUn saludo