Será
que tu corazón presienta
El
dilema de cada mañana, cada sol
perdido
más que olvidado
en
algún lugar del espacio infinito,
donde
se pierde toda perspectiva
por
volver a tus ojos, si existes tú,
y
mis pasos resuenan a olas de mar
perfumes
de arena en la piel, volví
porque
supiste mirarme desde adentro
hacia
adentro, salto inconcluso
porque
mis pasos llegan y nunca
sabes
de donde vuelven a tu mirar
ojos
que de corto tiempo
que
redimen pesadumbres humanas,
escondidas
detrás de cada ventana
como
en tiempos de persecución,
solo
que libres ahora, espiando,
cruzando
por la vida de tus ansias,
como
única senda de tu libertad...
Sentir
salado y constante, será
que
tu corazón presienta
vaivenes
de oleajes marinos
que
no se pierden, no mueren
que
sacuden tus orillas, rocas
y
esparcen tus arenas.
Solo
son mis pasos que los sientes
llegar
e irse tantas veces
que
tu llanto dejo de ser
solo
olvidarme, solo recordarme
como
el perfume esparcido en arenas
saladas
de mis tormentas y tu piel,
dibujando
siempre la curva de tu beso
en
las olas que se llevan
tu
recuerdo.
Tu
adiós.
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