sábado, 7 de diciembre de 2019

CRUISING.


 

A veces, en el bosque
los árboles murmullan
intercambian miradas.
Incluso andan.
También se acercan.
Interactúan.
A veces, en el baño público
los azulejos palpan el vaho del deseo
pero también son testigos
de las miradas precedentes.

A veces, en el parque
columpios, arbustos y farolas
observan en tensión
el amor que pudo ser
pero no fue
El deseo de una noche.
De un instante.

Pero este anhelo primario
solo deslumbra a lo inerte.

Y mientras tanto, allá
en la civilización maldita
donde nadie siente
donde nadie folla
pasa desapercibida
toda esta lujuria
todo este fervor
que algún día
hubiera podido ser amor
pero no fue.

Dimito. Me exilio.
Yo quiero ser azulejo,
arbusto, árbol
o cenicero en la inmortalidad.
Quiero prender mi deseo.
Quiero que éste se calcine.
Yo solo quiero ser normal
Ir a la civilización.
Y no ser nadie.

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