Del
olvido sabías,
es
una madeja de difícil comienzo.
Se
desenreda el cadejo,
se
hacen telas donde se amontonan
y
guardan historias de los cuartos fríos.
Sabías
que los mancos llevan
con
orgullo una llave de dos manos
para
asegurar la angustia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario