Hay
risas contagiosas y risas forzadas,
ruidosas,
irónicas y prolongadas,
falsas,
estrepitosas y solapadas.
Uno
puede
morirse
de la risa,
estar
tentado de la risa,
reventar
de la risa,
desternillarse
de la risa
y
aguantarse la risa.
Hay
risas y risotadas,
también
puede ser solo una sonrisa.
Ser
risueño es muy bueno,
pero
lo mejor es
reírse
a carcajadas.
¿Sabes?
No importa tanto
cómo,
sino por qué;
lo
bueno es reírse por algo
que
te haga de verdad reír.
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