Una tarde con lluvia no puede ser un
día más,
es un gesto, un suspiro, recuerdos.
ruinas del pasado olvidadas por la historia.
Es un amor de aquellos, como moja la lluvia,
cuando es nueva y va de pasada: bravos chorros
primero, después fluctuantes lamentos.
La lluvia no es sólo agua; es gris, es ese
olor que despide la sierra, la tierra húmeda.
Es paz que delira; patíbulo de la alegría.
Y si hay un silbido de por medio,
en una lluvia de otoño, para qué más pedir,
basta sufrir y sonreír a la emboscada.
Por lo menos, mis lluvias son así.
Mis lluvias de estas tardes que no olvido.
¡Mis lluvias!, mi alegría gris.
domingo, 23 de enero de 2022
UNA TARDE CON LLUVIA.
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