Jugaba la niña en la ladera
en esa los gatos maullan
en las noches solitarias
de los febreros fríos. Jugaba...
El sol se miraba en el suelo oscuro,
en el barro helado.
Y tanto reírse de los cuentos y las muñecas
el hielo fue río de allí hacia abajo.
Ladera, ladera,
que sube hacia arriba,
déjame que yo
sea el barranco.
Que la escarcha
de este día triste,
lluvia de rocío
prepare el campo.
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