Jonas
Jonasson repite fórmula con “La
analfabeta que era un genio de los números” escogiendo un personaje improbable con una
historia inverosímil en la que el viaje, las carambolas y la sonrisa son los
puntos fuertes.
Mezclando
ficción y realidad el autor crea una historia llena de matices, que invita a la
reflexión mientras nos regala momentos con su toque divertido e hilarante,
aunque muestra la crudeza de un mundo que condena a muchos desde su nacimiento
a una vida que no se merecen.
SINOPSIS: Después del
éxito mundial de “El abuelo que saltó por
la ventana” y se largó, Jonas Jonasson vuelve a deleitarnos con una novela
tan desenfadada como llena de sorpresas. Con su fecunda imaginación y su
sentido del humor surrealista e irreverente, que no deja títere con cabeza,
Jonasson ha ideado una historia trepidante que arremete contra la hipocresía de
la clase política al tiempo que ilumina la cara oculta de la historia oficial.
En
esta ocasión, la improbable heroína tiene su origen en el barrio de Soweto, el
tristemente célebre gueto de Johannesburgo. Corren los años setenta, en pleno
auge del apartheid, cuando Nombeko Mayeki, condenada a una vida de infortunio y
con altas probabilidades de que ésta acabe a una edad temprana ante la
indiferencia de sus semejantes, encuentra un resquicio para escapar de su
aciago futuro. Dotada de un intelecto fuera de serie, e impulsada por la fuerza
de un destino que ejecuta las piruetas más extrañas, el azar propulsa a Nombeko
lejos de su entorno de miseria y la encarrila en un asombroso viaje en el que
se topará con personajes de toda índole, desde un falso especialista en física
nuclear y un par de agentes del Mossad con sed de venganza, hasta un rey de
Suecia con rostro humano y una joven antisistema en permanente estado de ebullición.
Así, la genial Nombeko recorrerá un insólito itinerario, repleto de
emocionantes peripecias, hasta convertirse en una mujer clave para la
supervivencia de la humanidad y, a la postre, descubrir su lugar en el mundo en
las frías tierras escandinavas, un sitio con el que jamás se habría atrevido a
soñar.
Jonas
Josasson ha logrado, como ningún otro, transmitir unos hechos trágicos de una
manera humorística e incluso absurda, quitándole todo dramatismo. Construye
unas situaciones rocambolescas para contrarrestar todo patetismo a temas tan terribles como el
apartheid o a la inexistencia de derechos humanos en China.
El
humor, bien entendido, sirve además como crítica a esta sociedad tan
globalizada como esclava del poder. “La
analfabeta que era un genio de los números” es, por utilizar un símil que
sea oportuno, como un gran vodevil, un baile de personajes que se mezclan, se
lían, y que después deshace el nudo sin saber muy bien cómo se ha llegado a ese
desenlace. Lo único que sabemos es que, por el camino, agradecemos a Jonas
Jonasson el buen rato y la diversión.
Lo
más destacable del libro, para empezar, son los personajes. No hay dos iguales,
la misma protagonista ya es un caso. Después, nos encontramos con montones de
personajes cada uno más peculiar que el anterior. Tiene una capacidad asombrosa
para dibujar personajes insignificantes para el mundo que, de forma
sorprendente, terminan relacionándose con acierto con los grandes personajes de
la historia. Los retratar con maestría, nos los acerca a la realidad y son tratados con respeto, dignidad y sensibilidad.
En
general, es un libro entretenido y continuista de la anterior novela. Si os
gustó “El abuelo que saltó por la
ventana” creo que esta también os gustará. Sin embargo, en mi opinión, ésta
es inferior a su exitosa primera novela. Personalmente no ha terminado de
convencerme y esperaba algo más. No creo que el autor pueda continuar
explotando por más tiempo esta vía sin resultar reiterativo.
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