domingo, 27 de agosto de 2017

ESTO NO ES UN POEMA.





 

Esto no es más que un gran pretexto para
poder decir
no me acostumbro a no tener tus manos temblando
entre las mías,
no me acostumbro a mirarte a los ojos a distancia.
Una mirada tuya vale más que una ciudad abierta.
Yo he conocido cómo todos los vientos ardorosos
te cantan.
No me acostumbro a reprimirme la ternura,
a confundir las palabras cuando asientes,
Hoy quiero comprometer todas mis cartas;
es corta la vida: no quiero lamentar tanto silencio.
No me acostumbro nunca a no llamarte,
a no sentir tu voz,
a ser un rostro más contra la lluvia.
Pero acaso deba acostumbrarme.
Acaso arrastre el próximo verano.
Quizás amor sea una palabra excesiva entre
nosotros quizá sea todo sombra callada
para poder a veces cuando estalle.

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