sábado, 2 de diciembre de 2017

PRIMERA SOLEDAD.



 

Hoy mi madre no me quiso.
La he rondado horas enteras
vestido de capitán, de mago,
de marinero, pero nada,
no me quiso ni me ha pegado siquiera.
Salgo a morir al baldío
volteando todas las puertas.
Arde el sol en el silencio
amarillo de la siesta.
Ni gatos ni vigilantes.
Sólo la calle desierta.
¿Cómo me voy a morir
sin que mi madre me vea?

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