sábado, 29 de diciembre de 2018

MEDITACIÓN DEL ÁRBOL.







Soy eterno
porque no me preocupo del silencio
que anida en mis entrañas,
de la luz que recorre los ocultos
senderos de mis hojas,
porque apelo a la noche y voy hundiendo
despacio mis raíces, voy hundiéndome
en esta misma tierra, en este mismo
destino sin historia, regresando
a mi sangre desde el día primero,
desde todos los años que soporto
sin meta y sin cansancio.

                                       Cada noche
es la noche, cada día es el día,
esta tierra es la tierra y mi destino
ni siquiera soy yo: no soy destino
ni lucha ni impaciencia.

                                     Y cuando vuelva
definitivamente al seno que me trajo
seguiré caminando hacia mi adentro,
seré presencia quieta,
silencio ensimismado y ansiedad
del final inequívoco de todo.

2 comentarios: