Después
de lo enganchado que me tuvo tiempo atrás con “El silencio de la ciudad blanca” de Eva García Sáenz de Urturi, en
cuando me enteré que se había publicado, la segunda parte de la trilogía “Los ritos del agua”, sentí la necesidad
de leerlo. La autora presenta la segunda parte de la trilogía de la ciudad
blanca haciendo su particular homenaje a las series de ficción policíaca. En
esta ocasión la escritora nos propone una historia que habla de la maternidad y
la paternidad. Aquí os traigo la reseña.
“Aquí termina tu
caza. Aquí comienza la mía”.
SINOPSIS: Ana Belén
Liaño, la primera novia de Kraken, aparece asesinada. La mujer estaba
embarazada y fue ejecutada según un ritual de hace 2600 años: quemada, colgada
y sumergida en un caldero de la Edad del Bronce.
1992.
Unai y sus tres mejores amigos trabajan en la reconstrucción de un poblado
cántabro. Allí conocen a una enigmática dibujante de cómics, a la que los
cuatro consideran su primer amor.
2016.
Kraken debe detener a un asesino que imita los Ritos del Agua en lugares
sagrados del País Vasco y Cantabria cuyas víctimas son personas que esperan un
hijo. La subcomisaria Díaz de Salvatierra está embarazada, pero sobre la
paternidad se cierne una duda de terribles consecuencias. Si Kraken es el
padre, se convertirá en uno más de la lista de amenazados por los Ritos del
Agua.
Cuando
esperas un libro con tantas ganas, hay una alta posibilidad de que la decepción
al leerlo sea directamente proporcional a las ganas que tenías. Si a esto le
sumas que era el primer libro que leías de la autora, desconfías de que fuera
un ataque de suerte o suceso similar. Sin embargo, en esta ocasión no ha sido
así y después de leer la segunda parte de la historia de Kraken estoy deseando
leer la tercera parte.
Eva
García de Urturi hace qué con esta novela, el lector, deje a un lado su afán
detectivesco de querer averiguar antes de tiempo quien es el asesino y el móvil
que llevar hacerlo. Para que, el lector, se centre en los pequeños detalles,
que casi siempre pasan desapercibidos ante sus ojos. La autora quiere que nos
metamos en la novela y de esta forma, que seamos parte indirecta de la
investigación.
Aunque
los dos planos de la acción principal de “Los
ritos del agua” se sitúan en dos momentos temporales tanto en la actualidad
como en 1992. Volvemos unos meses después del final de “El silencio de la ciudad blanca” en los cuales Unai ha vivido
recluido en el pueblo con su abuelo, intentando olvidar lo sucedido.
La
historia se desarrolla a partir de ese primer crimen, en la que aparece colgada
la primera novia de Kraken, la cual estaba embarazada. A partir de aquí
comenzarán los recuerdos, las sospechas, coincidencias, supuestos personajes
implicados del pasado, incongruencias, que os dejarán atentos página a página y
que os harán presuponer cosas que luego no será lo que parece, todo ello
mezclado con la recuperación del protagonista, su relación con Alba y el
embarazo.
Así
mismo, el pasado en “Los ritos del agua”,
funciona como un gran personaje que está ahí, que siempre ha estado, pero que
nadie pensaba que reaparecería, por lo que hay que estar atentos a lo que este
nos tenga que contar, aunque cuidado con hacer un juicio erróneo.
Al
igual que en el primer libro, es este, se hace mucha referencia a la mitología
propia del lugar, así como a la arquitectura y cultura, cosa que,
personalmente, me parece de lo más enriquecedora.
“Aquí termina tu
caza. Aquí comienza la mía”.
Eva
García Saénz de Urturi nos presenta una trama muy bien trabajada en la que poco
a poco vamos a ver de qué manera lo que sucedió en el pasado tiene que ver con
el presente. Una trama en la que las relaciones familiares –en sus diferentes
versiones- tienen un gran protagonismo, y quizás, llegue el momento en que sea
algo previsible, esto no implicará que al mismo tiempo, de alguna manera siga
sorprendiéndonos y nos mantenga pegados a la páginas de esta novela.
Como
ya ocurría en “El silencio de la ciudad
blanca”, también en esta ocasión tanto los escenarios como la historia
tiene mucho peso en el argumento de la novela. Una vez más, el tema de la
mitología celta, leyendas y rituales vuelven a ser clave tanto para la
investigación como para el asesino por lo que tendréis que ir siguiendo la
pista hasta las últimas páginas.
Otro
aspecto a destacar, es que la autora teje una historia predecible dentro de lo
impredecible. Y me explico, introduce mil y un giros, vueltas y falsos
culpables. Porque las relaciones ocultas que existen entre prácticamente todos
los personajes son continuas.
Como
ya ocurría en el anterior libro, se intercala investigación policial del
presente con la historia del pasado, es este caso, con Unai y su cuadrilla como
protagonistas. Una vez más consigue que el lector vaya tejiendo poco a poco la
trama para intentar descubrir quién es el asesino y las razones que pueden
tener para llevar a cabo los asesinatos.
“En los ritos
del agua”
constantemente vas a dudar, incluso de tu sombra, y dos palabras muy sencillas
como son ¿y si? Resonaran en tu mente una y otra vez, pero vas a estar tan
pendiente de lo que ocurre a Kraken, que las palabras que antes tenías en tu
mente, se diluyen poco a poco con la lectura para dar paso a otras dudas
existenciales sobre el transcurso de los acontecimientos.
Asombra
la forma en la que Eva, nos va introduciendo en la trama y lo hace mediante
flashbackas y algunos otros recursos literarios que jugarán con vuestra mente.
Os
daréis cuenta de que durante toda la novela, las conversaciones o los hechos
según los relate uno u otro sonarán de una forma u otra.
Porque
a veces nos encontramos, que ante una novela tan coral, tan compleja y con
tantos frentes abiertos, algo cojea, o algo no termina de encajar, pero leyendo
a esta vitoriana te darás cuenta de que no es una autora cualquiera, que es
especial y que todo lo que escriba estará cuidadosamente cerrado.
Es
cierto también que poco a poco gana en consistencia e interés en cuanto os
adentréis
más
en sus páginas y el resultado es una novela magnífica, al nivel de la primera.
Las
piezas del puzle que al final quieres ver resultados, son tan dispares y tan
complicados de unir, que cuando pongas fin a la novela, no te quedará ninguna
duda de que esta autora es una fuera de seria.
“Aquí termina tu
caza. Aquí comienza la mía”.
Uno
de los puntos fuertes de la novela son, sin duda, los personajes. Impecable el
trabajo que la escritora hace en este sentido con ellos, cómo los lleva a sus
límites, cómo los arrastra hasta la desesperación, cómo saca lo meor y lo peor
de cada uno de ellos de la manera más desgarradora. Sufren una evolución y una
madurez. Porque los personajes de Eva García Sáenz se caracterizan por su
fuerza, pero también por los viscerales que son, lo complejos que son, y las
complicadas situaciones personales que arrastran todos y cada uno de ellos que
marcan duramente su día a día.
Dicho
de otra manera, le ha dado tiempo a perfilar unos personajes hasta hacerlos más
creíbles aún que en la primera parte. La profundidad de que los dota, no solo a
los principales, sino a los personajes que cometen los crímenes, ayuda a que entres
mejor en la historia.
Bien,
además, la parte relacionada con los personajes, recupera a la mayoría de los
que ya conocíamos e introduce alguno nuevo que aporta frescura y originalidad.
Unai
no estará solo por lo que os volveréis a encontrar con personajes de “El silencio de la ciudad blanca” como
Esti; Alba, embarazada; el abuelo, fundamental en la vida de los dos nietos;
German, el hermano de Unai, los dos hackers favoritos; o la pandilla de amigos
de Unai.
Cada
uno de los personajes secundarios, misteriosos, extravagantes y potentes que
tendrán un papel más determinante en esta entrega.
“Aquí termina tu
caza. Aquí comienza la mía”.
“Los ritos del
agua”,
no es una novela cualquiera, es la consagración, por si alguien lo dudaba o no
lo tenía claro, de la autora vitoriana como la reina de un nuevo tipo de novela
que mezcla mitología, asesinatos, thriller, luces y sombras…
Es
un ejemplo de libro que mantiene la atención del lector en cada página, en cada
giro de la investigación. Una historia adictiva y que no decepcionará a los
seguidores de la trilogía de la ciudad blanca.
“Aquí termina tu
caza. Aquí comienza la mía”.
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