domingo, 16 de diciembre de 2018

EL DESEO.






El día llegará

donde yo espere

feliz entre los míos a la sombra

y su último juicio.



Me llamarán aquellas que yo amé

en los parques marchitos de mi noviembre muerto,

esperarán al fondo de los retrovisores

o al abrir una puerta

de un bar en lo oscuro.



Recordaré los pasos fugitivos

a través de la alfombra de aquel cuarto,

o aquella noche de velar al alba

entre ocultas callejas.



El tiempo dirá entonces a las horas

que hagan el equipaje

y en él escondan la fotografía

de aquel puerto con playa,

ese libro marcado

con una flor marchita en su interior

que descubrí después de abandonar

la esperanza en nosotros.



Recibiré los cuerpos

con la estoica rutina funcionaria

de aquel que es su verdugo.



Y los olvidaré

con calma y hasta deshacerse al fin

en mí, en otro, en la sombra,

la sombra última pasados años

de placentero amor, de los placeres

sin amor, sin cuidados, sin el tiempo.



 Que el tiempo guarde el alma,

que el cuerpo goce al cuerpo,

que afrodita me coja confesado.

2 comentarios:

  1. Hola gracias por compartir este poema me ha gustado. Saludos.

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    1. Hola Cecy.
      Un placer compartir buena poesía. Me alegro que te haya gustado.
      Saludos.

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