sábado, 28 de septiembre de 2019

SAN JUAN DE LA CRUZ.




 



¡Un santo y un poeta cogidos de la mano!

Uno negando al otro, y siempre unidos…

Uno en el cielo de las vivencias sublimadas,

el otro penando en el infierno de los sentidos…



¡Ah, Castilla, Castilla, madre de tierra y luz!

¡Qué extraordinaria jornada

a la sombra de una cruz

tan leve y tan pesada!



 El alma ya liberada por el éxtasis;

el cuerpo todavía apresado a cada verso;

y el deseo de ser hombre, mantenido

en esa totalidad

contradictoria.



El Carmelo subido y recordado…

La paz de la eternidad

sin sosiego posible en la memoria.

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