Dolores
la Golondrina,
Lloraba
por las esquinas
En
la turbia madrugá;
Por
mò de los negros celo,
Sabiendo
que te camelo,
Me
tienes desampará.
Y
quien te manda se tan celosa,
Dice
por chuflas el "ruiseñó"
Con
esa cara que es una rosa
Yo
no tendría ningún temó.
Bajo
la luz mortecina
Que
desgranaba un faró,
Cantaba
la Golondrina.
De
que me vale tene los cliso,
S'entraña
mía, como luceros
De
qué me sirven mis negros riso,
Si
me maltratas como un negrero
Martirio,
reja y Cordele,
No
tienen comparación
Con
tanto como me duele
De
cellos el corazón.
Veneno
que tu me dieras,
Tomara
de medicina
Viviendo
de esta manera
La
muerte es el bien que espera
Dolores,
ay, mi Dolores,
Dolores
la Golondrina.
Dolores
la Golondrina,
Se
ha vuelto una rosa fina,
Orgullosa
y perfumá...
Por
mo de los negros celo,
Tendió
el ruiseñor el vuelo
Y
verlo no quiso mà.
Y
en las tinieblas de aguardiente,
Igual
que un loco pronto se hundió;
Noche
tras noche lo ve la gente
Hablando
a solas con su doló.
Y
en medio de su neblina,
Bajo
la luz de un faro
Lloraba
la Golondrina.
De
que me vale quererte tanto, si ya,
Serrano,
no estás conmigo;
Igual
me acuesto que me levanto,
Pues
estos cellos son mi castigo.
Martillo,
clavo y puñale,
No
tienen comparación,
Con
estas ducas mortales
Que
muerden mi corazón.
Me
acosan como a la fiera
Tus
clisos por las esquina
Quisiera,
cuando me muera,
Tenerte
a mi cabesera
Dolores,
la Golondrina.
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