lunes, 31 de mayo de 2021

INDEPENDENCIA. Javier Cercas.

 “Independencia” es el título de la nueva novela de Javier Cercas, recientemente publicada. Esta obra será la segunda entrega de la tetralogía iniciada con Terra Alta, la novela con la que el autor extremeño consiguió el Premio Planeta 2019.
 
SINOPSIS: ¿Cómo enfrentarse a quienes manejan el poder en las sombras? ¿Cómo vengarse de quienes más daño te han hecho? Vuelve Melchor Marín. Y vuelve a Barcelona, donde es reclamado para investigar un caso vidrioso: están chantajeando con un video sexual a la alcaldesa de la ciudad. Cargado con su pesar por no haber encontrado a los asesinos de su madre, pero también con su inflexible sentido de la justicia y su rocosa integridad moral, Melchor debe desmontar una extorsión que no se sabe si persigue el simple beneficio económico o la desestabilización política, y, para hacerlo, se adentra en los círculos del poder, un lugar donde reinan el cinismo, la ambición sin escrúpulos y la brutalidad corrupta. Por ahí, esta novela absorbente y salvaje, poblada de una pléyade de personajes memorables, se convierte en un retrato demoledor de la élite político-económica barcelonesa, pero sobre todo en un furioso alegato contra la tiranía de los dueños del dinero y los amos del mundo.
 
 
Hay etiquetas que pueden malbaratar el prestigio de algunas obras, ojalá no sea el caso de “Independencia”, presentada en algunos foros como una novela contra el Procés.
Cercas consolida un ambicioso ciclo novelesco que es en sí mismo todo un cosmos de personajes, lugares y clases sociales, y un magnífico retrato de las vinculaciones entre el poder económico y la política, el pasado y el presente.
Así mismo, el protagonista de la historia vuelve a ser, como en la primera entrega, Melchor Marín, el joven mosso d’Esquadra con un turbio pasado que se convirtió en un héroe después de abatir a cuatro terroristas islamistas en Cambrils. Y el título de esta misma obra parece sugerir una más que probable vinculación con la historia reciente de Cataluña.

En este contexto, el asunto del separatismo y sus derivadas es muy apropiado para que alguien como Javier Cercas vuelva a ahondar en un particular mundo de políticos hechos tótem, con su carta blanca y su adorador pueblo ciego.

Dado que, el autor, siempre ha sido muy de desnudar miserias y destapar corruptelas superadas a la postre por la realidad.

El argumento de “Independencia” es sencillo: un grupo de personas están chantajeando a la Alcaldesa de Barcelona con un vídeo de contenido sexual en el que participó en una orgía en su juventud. Un video que ella reconoce y que sin embargo puede hacerle perder la alcaldía en la medida en que se mezcla con las familias poderosas de Barcelona, que siempre han controlado el poder, y que no ven en la Alcaldesa a una de los suyos. No obstante, la sencillez de esta novela solo es un señuelo, pues el autor ha sabido hundir el bisturí, con precisión, sobre el músculo moral de la sociedad catalana en un libro que intenta, tras la trama, debilitar las doctrinas para fortalecer las conciencias y suprimir los actuales infiernos en los que estan sumergidos desde hace décadas.

Aparentemente, tras una historia de chantaje de tipo sexual, el autor describe los círculos del poder, en los que el cinismo, la ambición y la corrupción campan por sus respetos. En este vértice, hace de esta forma un poliédrico retrato de la élite política y económica catalana.

Thriller político más que policíaco. Que también es la historia de una venganza, del derrotero de quien creyó que podría arrimarse a los que mandan, una crítica a los valores que guían a las élites, no solo catalanas, a la hegemonía del dinero sobre la voluntad política.

 

Cercas aventura un juego posmoderno que puede resultar desagradable para algunos. La novela funciona como ficción, como noticias de hoy, como posicionamiento de su autor.

Con un ritmo indesmayable que amarra la atención del lector. Una novela hilarante, con prosa trepidante en la que se mezcla magistralmente una trama contemporánea con reflexiones políticas, filosóficas y literarias, en un futuro que parece el presente. El escritor tiende hilos narrativos que luego une convincentemente, gracias a la arquitectura con la cual organiza la novela, que comienza con un macabro relato-testimonio, y en el que nos enteramos de otros dramas sociales que pueblan la narración, como el tráfico humano, la fatídica situación de los inmigrantes, y el costo de la salud mental que implica el trabajo policial.

De lo mejor que he leído de Cercas. Un libro memorable.

 

Esta es una novela de cierre de círculos. El materno, el del abogado que siempre ha estado ahí, el de Adell, la que siempre expectante, el de su propia existencia como policía. Y es la novela de recuperar a compañeros que habían salido. Y es la novela de recuperación de Barcelona y su problemática actual.

Consiguiendo de forma sobresaliente una de las máximas de la novela negra y policíaca, como es retratar el perfil psicológico de sus protagonistas y las contradicciones y dilemas que los marcan, la vida personal de Melchor va cerrando asuntos pendientes que arrastraba desde la anterior novela.

Junto a ello, las alusiones a “Terra Alta” dentro de la propia ficción de “Independencia”, como si la primera fuera una obra con la que Cercas ficciona la realidad, sirven de parodia al estilo que ha marcado muchas de las obras del extremeño valiéndose críticas. A esas alusiones por parte de personajes secundarios, Melchor Marín responde repitiendo que no ha leído el libro del que él es el protagonista.

También cabe destacar la capacidad que tiene el autor para mezclar estos personajes con otros nuevos, con sus vidas y sus miserias, que hace que sean tan reales como personas de carne y hueso.

El tratamiento que se hace de esos pijos es inmisericorde: depravados hasta la náusea, cínicos, corruptos, manipuladores de las vidas ajenas desde su altura social y económica, donde preservan la auténtica independencia, la de su clase.

Para concluir, el final de la novela impresiona. Por lo que cuenta y por lo que deja caer, por la resolución del crimen y el cierre de alguno de los círculos que había dejado abiertos en la novela anterior. Y es, en definitiva, con estos círculos cerrados, el momento de redefinir un personaje que puede resultar interesante desde la perspectiva que aparece en la última escena.

 

La sostenida tensión de la intriga, que hace galopar la lectura, no ofusca lo que “Independencia” tiene de severa reflexión sobre la situación política catalana, como tampoco impide que Javier Cercas, tan irreductiblemente fiel a sí mismo, vuelva a sus cervantinos juegos de espejos.

 

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