lunes, 14 de junio de 2021

EL JUICIO AGUA. Juan Francisco Ferrándiz

 "El juicio del agua” es la nueva novela de Juan Francisco Ferrándiz. Una historia de aventuras en el siglo XII que os hará viajar mucho.

 

SINOPSIS:
En una gélida mañana de 1170, un juicio cruel sella los destinos de dos familias enfrentadas por la avaricia y los usos feudales. Según marca la tradición, los primogénitos de las dos casas, de apenas meses de edad, deben ser sumergidos en agua helada. El que se hunda será el escogido de Dios, y eso dará la razón a su familia.
Tras el lastimoso evento, Blanca, la hija del noble Ramón de Corviu, resulta elegida, y Robert de Tramontana, el Condenado, tiene que ver durante años cómo los vencedores se apoderan de todas sus posesiones. Pero, en esos instantes en que ambos lucharon por sobrevivir, nació entre ellos una unión especial e inquebrantable. Y a la vez, en el alma del perdedor germinó el deseo de alcanzar un mundo más justo, alejado de las supersticiones.
Años después, el joven Robert abandona sus tierras para dedicarse al estudio de las leyes en Barcelona y en la lejana Bolonia, mientras combate contra el odio y las traiciones de sus enemigos. El hallazgo de un antiguo libro lo convierte en pionero de una gran renovación y no está solo en la lucha; en su corazón viaja siempre el recuerdo de Blanca, la joven con quien compartió el infame juicio del agua.
 

Magistral  novela  histórica  ambientada  en  la  Barcelona  del  S. XII  en  la  que  Juan  Francisco  Ferrándiz,  autor  de “La llama de la sabiduría” y “La tierra maldita” os  brinda acción, aventuras, traiciones, misterio y amor.

¿Una novela histórica cuyo eje sea el Derecho? Podría pensar cualquiera que el asunto puede salir mal, que puede causar rechazo o aburrimiento… Pero lo cierto es que el novelista ha logrado combinar ese elemento con la novela histórica más aventurera e intrigante para construir “El juicio del agua.” En realidad, ofrece en esta novela los inicios de la aplicación del ius comune a la hora de aplicar las leyes. El tema central de la historia gira en torno al enfrentamiento, en el año 1170, de dos familias que verán cómo los primogénitos de cada casa, con tan solo meses de edad, son sumergidos en agua helada y el que se hunda dará la razón a su familia. Cuando Robert de Tramontana y Blanca de Corviu son introducidos en una cisterna de agua helada, para que Dios demuestre quién tiene poder sobre quién, sólo tenían un año. Fueron sometidos a una ordalía que les causó daños irreparables y que les unirían en el tiempo. Estas consecuencias les acompañarán el resto de sus vidas.

La  nueva  novela  histórica  del  escritor  contestano, es un apasionante relato lleno de aventuras,  intrigas,  misterios  y  conspiraciones  sobre  el  resurgir  en  España  del  Derecho  romano  y  los  cambios  que  ello  supuso  para  la  sociedad  medieval,  entre  otros  el  impulso  de  la  economía  de  ciudades  portuarias  como  Barcelona,  donde  se  sitúa gran parte de la trama. La acción discurre a lo  largo  de  las  tres  últimas  décadas  del  siglo  XII,  en plena Edad Media, una de las épocas más oscuras de nuestro país, cuando aún imperaban las leyes feudales, donde los conceptos de equidad y justicia eran una quimera y para dirimir la inocencia o culpabilidad de alguien se recurría a sacrificios y ordalías o juicios divinos –vigentes hasta el fin  de  la  Edad  Media  y  la  restitución  del  Derecho  romano–,  que  siempre  favorecían  a  los  nobles  y  abandonan a su suerte a los más débiles y empobrecidos de la sociedad.

A  su  vez,  los  continuos  saltos  espaciales  impregnan  de  un  ritmo  frenético a la narración y os permitirán sumergiros en un fascinante recorrido geográfico, cuyos escenarios son reconstruidos al detalle –algo a lo que acostumbra Ferrándiz en todas sus novelas–, y en los que os encontraréis con una interesante radiografía de las clases sociales a través de sus marcadas diferencias. Estos elementos revelan el exhaustivo trabajo de investigación y rigor histórico que se esconde tras la escritura de este libro, a través de un minucioso trabajo de compilación de fuentes históricas.

En definitiva, “El juicio del agua” es una epopeya histórica  que  entrelaza  amor,  ambición,  secretos,  venganzas  y  traiciones  entre  personajes  variopintos, protagonistas todos ellos, históricos y ficticios, de  una  época  oscura  y  fascinante,  el  fin  del  siglo  XII.

 

En una novela histórica, la documentación es un aspecto imprescindible, así que me ha encantado ver lo bien documentada que está la historia y lo fácil que nos hace viajar a los años en los que acontece la novela, además de que introduce nociones de Derecho romano que son sencillas de entender por los lectores que no tenemos conocimiento de la materia.

Pero sí quiero destacar la labor del escritor para describir batallas y enfrentamientos, acercando la labor de los jueces a un mundo de injusticias, donde primaba más los lazos sanguíneos que la esencia o el valor de las persona. Escrito de una forma exquisita, aunque usando infinidad de latinismos Ferrándiz nos adentra en una novela llena de valentía, que nos hace comprender la labor de algunos hombres por defender el Derecho de una forma tan propicia.

La novela está trazada como una serie televisiva en el que el personaje va pasando por diferentes lugares y en cada lugar va viviendo aventuras distintas. También se podría señalar como “una novela viajera”. Se desarrolla en una época oscura, llena de supersticiones y miedo.

En  la  ficción, el novelista entremezcla elementos de la novela histórica, la épica de las grandes  aventuras, la crónica de viajes y la tensión y el suspense del thriller. Todo ello aderezado con algunas pinceladas de relato romántico que sirven para relajar el frenético ritmo de la acción y mostrar un universo, el femenino, que en esa época permanecía al  margen  del  devenir  de  la  sociedad y al  que el autor parece querer rendir un pequeño homenaje en la novela. Gracias a  esta  minuciosa  superposición  de  elementos  de  crónica  histórica  y  ficción  novelesca, “El juicio del agua” se convierte en un cuaderno de bitácora de una época agitada y deslumbrante de grandes cambios en la sociedad feudal.

“El juicio del agua” es una obra de orfebrería en la que cada pieza va encajando con la otra a medida  que  se  desarrolla  la  narración  hasta  llegar  a  su  clímax  final,  que  no  es  otro  que  evidenciar  el  papel de sus protagonistas en la recuperación del antiguo Derecho romano durante la Edad Media –inspirado en la equidad como fuente de justicia– como reconoce Juan Francisco en la nota que cierra la novela.

 

Los personajes son el alma de la narración, ellos condensan, en sus anhelos y circunstancias, una de las victorias más enormes e ignoradas de la humanidad, y sus efectos aún están presentes.

Lo más importante de la historia, es la evolución de sus personajes y esa atmósfera de la Barcelona del siglo XII, a la que se permitirá viajar, en la que seréis testigos del recorrido de un camino hacia una sociedad más justa. De esta forma, personajes ficticios se entremezclan con otros históricos que fueron muy relevantes en su tiempo.

Así, entre sus páginas conviven complejos personajes novelescos salidos de la pluma del escritor –que dan sentido a la trama y enriquecen la acción–, y muchas personalidades históricas, como el rey Alfonso IX de León último rey de León como reino independiente; el rey Alfonso II  de  Aragón  y  conde  de  Barcelona y su  esposa,  la  reina  Sancha  de  Castilla;  el  hijo de ambos, Pedro II de Aragón, bajo cuyo  mandato  fue  posible  el  movimiento  social  conocido  como  Paz  y  Tregua.

La  respuesta  de  la  Iglesia y de los campesinos a los abusos perpetrados por los nobles feudales; el cardenal Lotario de Segni, conocido después como el papa Inocencio  III;  Giovanni  Bassiano,  jurista  italiano  del  siglo  XII  perteneciente  a  la  primitiva  escuela  de glosadores de Bolonia y cuyas sentencias ejercieron gran influencia entre los juristas catalanes medievales; el senescal, mayordomo real, Guillem Ramón  de  Montcada;  el  arzobispo  de  Tarragona,  Berenguer de Vilademuls, firme defensor de la Paz y Tregua; Guillem de Montcada, nieto del mayordomo real; o Ramón de Caldes, jurista y decano de la catedral de Barcelona y artífice del Liber Feudorum Maior.

Rinde también homenaje a las mujeres, que son las que verdaderamente impulsan el libro.

En esta novela, como en todas las anteriores, presenta a personajes femeninos con una capacidad de sabiduría asombrosa. Una sabiduría que no se esconde en los libros de leyes que aparecen en la trama, sino en la fuerza interior de cada una. En su maestría de poder sacar adelante sus vidas, la de sus familias, superar adversidades y no dejarse amilanar por el hombre.

Porque  si  algo  tienen  en  común  las  valientes  mujeres  de  este  monumental relato: la noble Blanca de Corviu, como el gran amor  del  Condenado;  pero  también  la  juglaresa  Salomé;  la  hija  de  esparteros,  Guisla  de  Queralt;  la  italiana  Novella  Gozzadini  –personaje  inspirado  en  la  jurista  boloñesa  nacida  en  1209  Bettisia  Gozzadini,  de  quien  se  dice  que  fue  la  primera  profesora  universitaria  de  la  historia–;  o  Arabella,  la esposa del mayor falsificador de Bolonia, entre otras. Además de valor para embarcarse en peligrosas aventuras de la mano del protagonista, es su  capacidad  de  amar,  algo  que  el  autor  subraya  en escenas de una elocuencia demoledora.

 

En definitiva, una novela orientada para los amantes de la buena literatura, el Derecho y las novelas históricas rigurosas. Un libro con luces y sombras pero que nos hace descubrir unos de los períodos más gloriosos y combativos en la historia española.

 

2 comentarios:

  1. Gracias José Antonio por tu excelente reseña, es un libro que deja unas grandes sensaciones y que se disfruta de principio a fin, en mi caso así fue. Un abrazo

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    1. Hola Álvaro, antes que nada agradecer que te haya gustado la reseña. La verdad, es una novela magistral en todos los sentidos. Saludos y un abrazo.

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