Esta mañana se concentraron los pájaros
en mi ventana.
Cantaban todos a la vez
sin ponerse de acuerdo.
Los oía apenas,
cubierta con las sábanas
y esa tristeza que me quedo de anoche.
Indefensa, en posición de nacer,
añoro esa amplitud
que me hincha a veces
como a las palomas.
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