domingo, 19 de septiembre de 2021

RECUERDOS DE VERANO.


 

Sueño con un lago de orillas vestidas de follaje,
con juncos y arena y salpicar de agua y patos,
con nenúfares y sol y helechos y brezo y abedules,
con orquídeas silvestres y humedad y valles sombríos,
con viejas lanchas y conchas y piedras,
con altas cuestas y pinos y ramas y enebros,
con hondos pantanos
cubiertos de zarzas floridas.

Tú me preguntas: ¿Es cálido tu corazón?,
¿sientes el dolor y la tristeza?
y yo respondo: Tengo alma,
pero no corazón.

Y a través de mi alma prudente
siento toda la vida,
pero un corazón que llore, un corazón que sonría,
eso no lo tengo.

Cuando el sol reluce sobre la superficie del agua
y hay demasiada luz, me pongo a pensar
en toda la luz que él irradia.

Cuando las nubes cuelgan sobre la superficie del agua
y todo es gris y se sienten ganas de llorar,
pienso en mi melancolía.

Ahora todo está oscuro y sombrío,
y la tierra espera nieve,
para que la flor, quemada por la helada,
se adormezca y muera.

Mi corazón, que arde de helada,
no tiene ni palabra ni canción,
yace mudo y escucha
la pesada marcha del mundo.

Él sabe que la canción, un día,
surgirá violentamente.
Y entonces sonrío, porque mi dolor
está condenado a morir.

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