viernes, 3 de septiembre de 2021

AVISO SENSORIAL.

 

 Ilustración Kateřina Bobrova.

En las tiendas de café habitan torbellinos de Arábica, ráfagas de Robusta, mareas de Liberica, enjambres de notas picantes o florales, de frutos rojos o frutos secos, aterciopeladas y con sabor intenso, para insinuar el juego exquisito entre el equilibrio y el cuerpo.

Aroma y sabor…de esos que activan la memoria… de esos que llegan hasta lo más entrañable de la vida íntima…aquellos que de un momento a otro pueden llevarnos del presente al universo de la infancia. Dicen que sobre gustos, "no hay nada escrito" y que los olores son neutros pues casi siempre se valoran o significan en la mirada retrospectiva, en el contexto recordado.

El molinillo y el aroma a café: un clásico que traslada a otros tiempos y lugares sentimentales.

Entre la bruma de los años, veo las manos cansadas de la abuela y el círculo dibujado con el rodar de la manivela mientras su molinillo preside la escena. Cambiar el estado de las cosas con solo dar vueltas y más vueltas. El aroma persistente que exhala el grano al mutar en polvo tiene el encanto de anticipar el placer que nos aguarda. Oscuro tesoro polvoriento en una verdadera alquimia…

En este festival de sensaciones, todos somos coleccionistas de recuerdos, con un sabor que deleita el paladar o un aroma que nos hace viajar en el tiempo. 

¿Pensaste en los tuyos?

AUTOR: Maria Elida Recalde.


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